El primo de un amigo - Dr. Luis Abraham Jonguitud Muro

A menudo encontramos dentro de la amplia gama de “consultas” que se otorgan por televisión, productos, ya sea en forma de pastillas, supositorios o pomadas, que ofrecen una solución rápida y efectiva para la enfermedad hemorroidal y evitar así vencer el pudor de ser revisado por el coloproctólogo.

Estos productos bien indicados tienen una utilidad, pero su uso indiscriminado más allá de no lograr la mejoría esperada, puede ser contraproducente ya que como todo fármaco tienen efectos adversos, máxime si se emplean sin un diagnóstico acertado.

Es así como llegamos al tema incómodo de las hemorroides, hay un dicho que dice: “existen dos tipo de personas, los que tienen hemorroides y los que las niegan”. Lejos de la connotación cómica de la frase, esta aseveración no podría ser más errónea, ya que todos tenemos hemorroides. Las hemorroides son un componente normal de la anatomía humana y tienen una función específica, colaboran con el mecanismo de continencia.

Cuando existe enfermedad hemorroidal, la mayoría de las veces ocasionada por cambios en la consistencia de las evacuaciones, la principal manifestación es el sangrado, de color rojo brillante, asociado a la defecación, la mayoría de las veces escaso. Cuando se agrava el problema puede incrementar el sangrado, además de desarrollar aumento en el tamaño de los cojinetes hemorroidales con sensación de molestia, en ocasiones las hemorroides pueden protruir durante la evacuación o el pujo y regresar a su localización normal.

A medida que la enfermedad progresa los síntomas son cada vez más frecuentes y pueden complicarse con trombosis hemorroidal, cuyo síntoma cardinal es el dolor intenso que no mejora a pesar de las medidas o recomendaciones generales y el tratamiento quirúrgico se vuelve obligatorio.

Al igual que en la mayoría de las enfermedades el diagnóstico temprano es esencial ya que el tratamiento en fases iniciales es muy sencillo y no requiere de ningún tipo de medicamento, generalmente con hacer alguno ajustes de dieta e higiene se resuelven los síntomas. Hay que tener en cuenta que no todos las molestias que se deriven de esa región son ocasionados por enfermedad hemorroidal, hay un sinfín de patologías que producen síntomas similares, desde infecciones hasta algún tipo de cáncer.

La recomendación en este caso es acudir ante los síntomas iniciales a consulta y revisión, más vale un momento de incomodidad que nos permita estar seguros y tranquilos, a la alternativa, que la mayoría de las veces incluye un largo proceso de prueba y error con algunos productos que realmente sólo retrasan el diagnóstico, pueden complicar la enfermedad y aumentan la posibilidad de requerir tratamiento quirúrgico.